¡Buenos días!
Ya estoy asentado en Bordeaux, y hoy será mi último día en el extranjero después de más de dos meses y medio. ¡Qué nervios! Casi que me va a parecer extraño llegar a un bar y pedir un cafelito en español. En fin, en este post hablaré de la ciudad de Périgueux, que tuve el gusto de visitar antes de ayer por la tarde y ayer por la mañana. En la villa me alojé en casa de Max, un chico francés que estudia y da clases de música, especialmente de jazz. Max invitó a unos amigos a su casa y juntos preparamos una deliciosa cena, y para rematar la jugada luego abrió una botella de Ron que sus suegros le habían traído la semana anterior de Guadalupe, en el Caribe. ¡Muchas gracias, Max!
Périgueux no es muy grande, pues apenas tiene treinta mil habitantes, pero aún así es la capital del departamento administrativo de la Dordogna. Dicho departamento pertenece a la región de Aquitaine (Aquitania), cuya ciudad más importante es Bordeaux. Périgueux se asienta en un amplio meandro que forma el río Isle, rodeado por suaves colinas llenas de frondosos bosques que dan a la zona un encanto especial. La estética de la ciudad es muy bonita, pues el casco histórico aún posee partes que conservan perfectamente un look and feel medieval lleno de intrincadas callejuelas, pequeñas y coquetas plazas y bonitas calles comerciales. Otras zonas fueron remodeladas en el siglo XVIII y XIX, y en la actualidad se corresponden a distritos esencialmente comerciales. Finalmente, al igual que en la gran mayoría de las ciudades francesas, no faltan espaciosos boulevards allí donde la densidad urbana lo permite. Bonito lugar para perderse y aspirar el aroma de otros tiempos.
A nivel de arquitectura religiosa, en la ciudad destacan principalmente dos templos, y los dos han sido Catedral en diferentes momentos de su historia. En un primer lugar, cabe destacar el actual edificio catedralicio de Saint-Front, que se ancla en el corazón de la ciudad medieval. Es un templo románico un tanto peculiar, pues posee planta de cruz griega y grandes cúpulas que recuerdan a San Marcos de Venecia, denotando un marcado carácter bizantino en su construcción. También me ha gustado mucho la iglesia de la Cité, situada extramuros junto a las ruinas de la antigua ciudad galorromana. Este templo es también románico, construido sucesivamente durante los siglos XI y XII, y presenta planta basilical con cuatro cuerpos cúbicos principales rematados también por grandes cúpulas. Fue Catedral hasta finales del siglo XVI, cuando fue parcialmente destruido durante las Guerras de Religión entre protestantes y católicos, fecha en la que la sede catedralicia se trasladó al actual emplazamiento.
A nivel de arquitectura civil, el casco histórico de Périgueux es un diamante en bruto y todo un deleite para los sentidos. Algunas edificaciones románicas, muchas góticas y renacentistas, alguna que barroca y otrás más modernas, sobre todo en las afueras del perímetro medieval. Imposible aburrirse ante la magnificiencia del entorno.
La ciudad de Périgueux nace como tal en el siglo XIII, cuando se decide unificar el asentamiento existente sobre las ruinas de la antigua villa galorromana de Vesunna con el pujante burgo que había surgido entorno a la entonces abadía de Saint-Front. Sin embargo, este último emplazamiento había ido ganando en protagonismo e importancia con respecto al primero, en franca decadencia. Ello le permitió disponer de un perímetro defensivo construido a finales del XII con añadidos hasta el XV, del que todavía se conservan algunos respectos embutidos en el entramado actual. A continuación presento algunos restos que he podido encontrar durante mi paseo, que permiten hacerse una idea de las amplias defensas con las que debió contar el burgo. También pongo algunas fotos del Château de la Cité, situado junto en a las ruinas de la antigua ciudad romana, que fue destruido durante las Guerras de Religión.
Y para finalizar, un pequeño análisis sobre los restos más significativos de la Vesunna romana. Edificada a principios de época imperial, debió ser una de las ciudades más grandes de la Galia debido a que se estima que su anfiteatro podía albergar más de 20.000 personas, de un tamaño similar a los de Nîmes o Arles. De este anfiteatro apenas quedan restos de la cavea, ya que fue utilizado durante muchos siglos como cantera. Incluso en época bajoimperial, cuando la ciudad se contrae y se construye un fuerte perímetro defensivo de grandes sillares para intentar contener las acometidas bárbaras, de los que se también se preservan algunos restos. Finalmente, lo más sobresaliente de esta época es la Cella del antiguo templo de Vesunna, un recinto cilíndrico impresionante que antaño estaba imbutido por otras edificaciones que no han llegado hasta nuestros días.
Y ahora, a vestirse; que Bordeaux me espera. ¡Au revoir!
Ya estoy asentado en Bordeaux, y hoy será mi último día en el extranjero después de más de dos meses y medio. ¡Qué nervios! Casi que me va a parecer extraño llegar a un bar y pedir un cafelito en español. En fin, en este post hablaré de la ciudad de Périgueux, que tuve el gusto de visitar antes de ayer por la tarde y ayer por la mañana. En la villa me alojé en casa de Max, un chico francés que estudia y da clases de música, especialmente de jazz. Max invitó a unos amigos a su casa y juntos preparamos una deliciosa cena, y para rematar la jugada luego abrió una botella de Ron que sus suegros le habían traído la semana anterior de Guadalupe, en el Caribe. ¡Muchas gracias, Max!
Périgueux no es muy grande, pues apenas tiene treinta mil habitantes, pero aún así es la capital del departamento administrativo de la Dordogna. Dicho departamento pertenece a la región de Aquitaine (Aquitania), cuya ciudad más importante es Bordeaux. Périgueux se asienta en un amplio meandro que forma el río Isle, rodeado por suaves colinas llenas de frondosos bosques que dan a la zona un encanto especial. La estética de la ciudad es muy bonita, pues el casco histórico aún posee partes que conservan perfectamente un look and feel medieval lleno de intrincadas callejuelas, pequeñas y coquetas plazas y bonitas calles comerciales. Otras zonas fueron remodeladas en el siglo XVIII y XIX, y en la actualidad se corresponden a distritos esencialmente comerciales. Finalmente, al igual que en la gran mayoría de las ciudades francesas, no faltan espaciosos boulevards allí donde la densidad urbana lo permite. Bonito lugar para perderse y aspirar el aroma de otros tiempos.
Río Isle a su paso por la ciudad, Périgueux |
Río Isle a su paso por la ciudad, Périgueux |
Callejón del casco histórico, Périgueux |
Calle del casco histórico, Périgueux |
Calle comercial del casco histórico, Périgueux |
Calle del casco histórico, Périgueux |
Plaza de Enrique de Navarra, Périgueux |
Plaza del casco histórico, Périgueux |
Plaza del casco histórico, Périgueux |
Calle comercial del casco histórico con motivos navideños, Périgueux |
Zona del casco histórico reformada en época contemporánea, Périgueux |
Boulevard por el exterior del antiguo trazado de las murallas medievales, Périgueux |
A nivel de arquitectura religiosa, en la ciudad destacan principalmente dos templos, y los dos han sido Catedral en diferentes momentos de su historia. En un primer lugar, cabe destacar el actual edificio catedralicio de Saint-Front, que se ancla en el corazón de la ciudad medieval. Es un templo románico un tanto peculiar, pues posee planta de cruz griega y grandes cúpulas que recuerdan a San Marcos de Venecia, denotando un marcado carácter bizantino en su construcción. También me ha gustado mucho la iglesia de la Cité, situada extramuros junto a las ruinas de la antigua ciudad galorromana. Este templo es también románico, construido sucesivamente durante los siglos XI y XII, y presenta planta basilical con cuatro cuerpos cúbicos principales rematados también por grandes cúpulas. Fue Catedral hasta finales del siglo XVI, cuando fue parcialmente destruido durante las Guerras de Religión entre protestantes y católicos, fecha en la que la sede catedralicia se trasladó al actual emplazamiento.
Catedral de Saint-Front, vista desde el río, Périgueux |
Catedral de Saint-Front, vista lateral, Périgueux |
Catedral de Saint-Front, detalle del campanario, Périgueux |
Catedral de Saint-Front, vista frontal, Périgueux |
Catedral de Saint-Front, vista interior de uno de los ábsides, Périgueux |
Catedral de Saint-Front, vista interior de las cúpulas, Périgueux |
Iglesia de la Cité, vista anterior, Périgueux |
Iglesia de la Cité, vista posterior, Périgueux |
Iglesia de la Cité, Belén junto a un arco románico en transición al gótico, Périgueux |
Iglesia de la Cité, vista interior románica con deatalles de transición al gótico, Périgueux |
A nivel de arquitectura civil, el casco histórico de Périgueux es un diamante en bruto y todo un deleite para los sentidos. Algunas edificaciones románicas, muchas góticas y renacentistas, alguna que barroca y otrás más modernas, sobre todo en las afueras del perímetro medieval. Imposible aburrirse ante la magnificiencia del entorno.
Palacio bajomedieval con influencia renacentista, Périgueux |
Arquitectura tardogótica y renacentista, Périgueux |
Arquitectura barroca, Périgueux |
Detalles románicos, góticos y renacentistas en una misma fachada, Périgueux |
Puerta renacentista, primera mitad del siglo XVI, Périgueux |
Puerta barroca, siglo XVII, Périgueux |
Arquitectura románica, Périgueux |
Palacio bajomedieval, siglos XIII-XIV, Périgueux |
Arquitectura gótica, Périgueux |
Arquitectura tardorrománica, Périgueux |
Mairie, siglo XIX, Périgueux |
Arquitectura contemporánea típica francesa, Périgueux |
Arquitectura gótica y renacentista, Périgueux |
La ciudad de Périgueux nace como tal en el siglo XIII, cuando se decide unificar el asentamiento existente sobre las ruinas de la antigua villa galorromana de Vesunna con el pujante burgo que había surgido entorno a la entonces abadía de Saint-Front. Sin embargo, este último emplazamiento había ido ganando en protagonismo e importancia con respecto al primero, en franca decadencia. Ello le permitió disponer de un perímetro defensivo construido a finales del XII con añadidos hasta el XV, del que todavía se conservan algunos respectos embutidos en el entramado actual. A continuación presento algunos restos que he podido encontrar durante mi paseo, que permiten hacerse una idea de las amplias defensas con las que debió contar el burgo. También pongo algunas fotos del Château de la Cité, situado junto en a las ruinas de la antigua ciudad romana, que fue destruido durante las Guerras de Religión.
Lienzo de muralla bajomedieval, Périgueux |
Casa de arquitectura típica construida sobre un tramo de muralla, Périgueux |
Torre Mataguerre, siglo XV, Périgueux |
Lienzo de muralla bajomedieval, Périgueux |
Château de la Cité, siglos XII-XVI, Périgueux |
Detalles tardogóticos del Château de la Cité, Périgueux |
Y para finalizar, un pequeño análisis sobre los restos más significativos de la Vesunna romana. Edificada a principios de época imperial, debió ser una de las ciudades más grandes de la Galia debido a que se estima que su anfiteatro podía albergar más de 20.000 personas, de un tamaño similar a los de Nîmes o Arles. De este anfiteatro apenas quedan restos de la cavea, ya que fue utilizado durante muchos siglos como cantera. Incluso en época bajoimperial, cuando la ciudad se contrae y se construye un fuerte perímetro defensivo de grandes sillares para intentar contener las acometidas bárbaras, de los que se también se preservan algunos restos. Finalmente, lo más sobresaliente de esta época es la Cella del antiguo templo de Vesunna, un recinto cilíndrico impresionante que antaño estaba imbutido por otras edificaciones que no han llegado hasta nuestros días.
Vista del interior de la Cella del Templo de Vesunna, Périgueux |
Restos de la Cella del Templo de Vesunna, Périgueux |
Tramos murarios de aparejo ciclópeo con edificaciones medievales construidas sobre ellos, Périgueux |
Lienzo de muralla bajoimperial, Périgueux |
Lienzo de muralla y torreón de época bajoimperial, Périgueux |
Puerat normanda de Vesunna, época bajoimperial, Périgueux |
Restos de la cavea del anfiteatro de Vesunna, Périgueux |
Y ahora, a vestirse; que Bordeaux me espera. ¡Au revoir!
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