Sunday, December 16, 2012

Chas, Clermont-Ferrand, FR. De cumpleaños por Auvergne.

¡Bon soir!

Apuro mis horas en Clermont-Ferrand, en la región de Auvergne. En la población he tenido el gusto de hospedarme en casa de Pauline, una chica que es amiga de mi amiga Caro, compañera de equipo en los Veterans de Sarrià de Barcelona. Caro, cuando se enteró que habría de cruzar Francia, no paró de insistirme que tenía que visitar su ciudad. Sí o sí, una y otra vez. Y venga a repetírmelo tras cada entrenamiento. Y me dije, pues por qué no, si en realidad medio coge de camino. Qué feliz me siento de encontrar de vez en cuando a alguien que es más cabezón que uno mismo. En fin, el caso es que intentamos cuadrar fechas pero no conseguimos ponernos de acuerdo, porque ella viene para Navidad y a mí la semana que me venía bien era ésta. Sin embargo, Caro me comentó que me podía quedar en casa de una de sus mejores amigas, y problema solucionado. Qué gran acierto haber venido a Clermont-Ferrand. Pauline es una chica encantadora, que me ha brindado toda su hospitalidad y cariño como si me conociera de toda la vida. Me ha enseñado su ciudad, hemos ido a un concierto juntos con sus amigos y muchas cosas más. ¡Muchas gracias de corazón, Pauline & Caro!

Pero lo mejor de todo es que hoy era el cumpleaños de su hermana y me he llevado a almorzar con ella a casa de sus abuelos. La casa se sitúa en un pequeño pueblo llamado Chas, a media hora en coche de Clermont-Ferrand y en pleno corazón de la campiña de Auvergne. He dicho a comer con sus abuelos. Con sus abuelos y su madre, su padre, su hermana, su cuñado, su tía y su prima. Y el perro de la prima, que no podía faltar a la cita. Qué gran alegría poder compartir momentos como éste, saboreando auténtica gastronomía casera y degustando excelentes caldos tintos y espumosos. Pero, lo mejor de todo, sintiéndome uno más de la familia.

Paisaje de la campiña de Auvergne, Chas

Vista exterior del pueblo, Chas

Campiña de Auvergne, Chas

Tras el almuerzo, hemos salido a pasear por el pueblo. Chas no es muy grande, apenas cuatro calle mal contadas, pero que encierran en su interior un coqueto recinto amurallado de época bajomedieval del que se conserva una de las puertas de acceso. En el interior del perímetro destaca, a su vez, una pequeña iglesia románica con bastantes añadidos de épocas posteriores, donde sobresale un esbelto campanario gótico compuesto a base de sillares de basalto negro. Aparte de eso, una plaza principal justo fuera de la puerta principal de la muralla, el típico Château francés de época moderna y varias calles más que se extienden un centenar de metros en todas direcciones. Tras ellas, suaves ondulaciones repletas de granjas que se pierden en el horizonte. Auvergne. Paz.

Plaza principal del pueblo, Chas

Plaza principal del pueblo, Chas

Acceso al recinto fortificado, con puerta y torreones bajomedievales, Chas

Vista interior de la puerta gótica de acceso al recinto fortificado, Chas

Callejón del pueblo, Chas

Callejón del pueblo, Chas

Vista de la iglesia desde la parte anterior, Chas

Detalle del lateral del ábside, donde se observa una ventana románica con dintel protogótico, claro ejemplo de arquitectura de transición, Chas

Torre campanario gótica realizada a base de sillares de basalto, Chas

Acceso porticado de la iglesia, añadido tardogótico de finales del XV o del XVI, Chas
Vista anterior del Château del pueblo, época moderna, Chas

Luego, vuelta a casita a descansar, que bien sabido es que los días hiper-relajados son los más cansados. Quiero comentar que hoy he realizado una excepción, porque he hablado primero de Chas cuando ayer realicé mi visita cultural por Clermont-Ferrand. Sin embargo, he preferido guardarme esa información para el siguiente post, porque mañana por la mañana, antes de tomar rumbo a poniente, igual hago alguna otra visitilla por la ciudad, que todavía me quedan cosas interesantes por ver. ¡Au revoir!

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