Friday, December 14, 2012

Dijon, FR. Entre mostaza y vinos borgoñones.

¡Buenos días!

Hoy voy a hablar de Dijon, capital de la región francesa de la Bourgogne (Borgoña, en cristiano), famosa por su Mostaza y su vino de excelente calidad. En la ciudad me hospedo en casa de Blandine, una chica francesa ingeniera que trabaja en una multimacional que elabora diferentes tipos de electrodomésticos. ¡Muchas gracias!

Dijon tiene un centro histórico muy bonito, repleto de edificios bajomedievales, renacentistas, barrocos y neoclásicos muy elegantes. Alrededor del mismo, donde antaño debió haber muros que delimitaban el espacio urbano, se abren espaciosos boulevards, grandes plazas y numerosos barrios residenciales que abarcan varios kilómetros a la redonda. Qué bonito pasear por sus calles, engalanadas con motivos navideños; perder el tiempo por recónditos callejones de sabor añejo y sentarse a descansar en uno de los numerosos cafés que salpican el entramado. Voilà, c'est la France.

Place de la République, Dijon

Place de la République, Dijon

Calle del centro histórico, Dijon

Calle del centro histórico, Dijon

Place Darcy, Dijon

Río L'Ouche a su paso por el exterior del casco histórico, Dijon

Plazuela del centro histórico, Dijon

Calle comercial del centro histórico, Dijon

Callejón del centro histórico, Dijon

Callejón del centro histórico, Dijon

Place du Palais, Dijon

Calle del centro histórico llena de anticuarios, Dijon

Al igual que otras muchas ciudades de esta parte de Francia, sus orígenes se remontan a un asentamiento celta (en este caso, galo) que luego fue ocupado y urbanizado por los romanos. Sin embargo, no se tiene constancia de que la ciudad tuviera gran importancia en esta época, ya que la arqueología ha demostrado que el único perímetro amurallado construido en la antigüedad pertenece al Bajo Imperio y apenas abarcaba unas 10 hectáreas de superficie, muy por debajo en extensión del casco histórico medieval. Tras la caída del Imperio Romano, numerosas tribus bárbaras asolaron la región, aunque fueron al final los burgundios (de donde deriva el nombre de Borgoña) los que se asentaron por los alrededores y fijaron en Dijon su capital.

Con respecto a la arquitectura religiosa, siempre un indicador esencial a la hora de comprender los diferentes períodos de apogeo de un lugar en concreto, se puede decir que es rica y variada. De época altomedieval no he visto absolutamente nada, pues los primeros detalles en el tiempo que he podido observar se corresponden al románico tardío (siglo XII) empotrados en edificaciones góticas posteriores. En cambio, la explosión arquitectónica que se produce a partir de principios del XIII es muy significativa, pues he encontrado templos de estilo gótico temprano, gótico pleno y gótico tardío. También otros con fuerte influencia renacentista, una iglesia de bella portada barroca y un convento neoclásico con una cúpula muy notable. Heterogeneidad al poder, en la variedad está el gusto.

Cathédrale de Saint-Benigne, gótico temprano-medio, Dijon

Cáthedrale de Saint-Benigne, gótico temprano-medio, Dijon

Saint-Philibert, románico con añadidos góticos, Dijon

Théâtre Dijon Bourgogne, antigua iglesia gótica desacralizada, Dijon

Théâtre Dijon Bourgogne, antigua iglesia gótica desacralizada, Dijon

Couvent des Bernardines, siglo XVIII, Dijon

Couvent des Bernardines, claustro neoclásico, Dijon

Iglesia barroca, Dijon

Saint-Michel, portada tardogótica en transición al Renacimiento, Dijon

Saint-Michel, parte trasera y lateral tardogóticas, Dijon


Notre-Dame, gótico temprano, Dijon

Notre-Dame, detalle lateral de la portada, Dijon

Notre-Dame, vista exterior dede la parte trasera, Dijon

Torre de la antigua iglesia de Saint-Nicolas, Dijon

Entrada gótica de una antigua abadía medieval desacralizada durante la Revolución, Dijon

La historia de la ciudad de Dijon no se puede comprender en absoluto sin hacer un recorrido por el pasado de la región donde está ubicada. Borgoña fue un Ducado independiente entre los siglos XI y XV, y hasta principios de la Edad Moderna no fue absorbido por el pujante Reino de Francia. Los duques de Borgoña siempre fueron muy celosos de su independencia y supieron jugar, durante siglos, con alianzas cambiantes para favorecer su desarrollo político y económico. No es de extrañar, por tanto, que su época de esplendor sea contemporánea a la Guerra de los Cien Años, una gran contienda que se libró entre Francia e Inglaterra durante los siglos XIV y XV y que duró varias generaciones. Posteriormente, como he comentado, Borgoña fue anexionado al Reino de Francia, aunque ello no frenó la pujanza de la región, pues sus Duques estuvieron siempre en la primera línea de la política francesa durante varios siglos.

A nivel arquitectónico, este desarrollo que he comentado en el párrafo anterior se traduce en un Palacio Ducal magnífico de estilo ecléctico que se yergue imponente en el corazón del casco histórico. Los restos más antiguos que se pueden observar son del siglo XIV, donde destaca la famosa torre de Philippe le Bon, un gran mecenas del arte y la cultura y con quién Borgoña alcanzó su cénit (y fue además quien capturó a Juana de Arco y se la entregó a los ingleses para que la quemeran en la hoguera, pero esto ya es otra historia). Sin embargo, la mayor parte del Palacio que ha llegado hasta nuestro días pertenece a estilo barroco y neoclásico, fruto de remodelaciones sufridas en los siglos XVII y XVIII. Gran edificio.

Vista frontal del Palacio Ducal de Borgoña, siglos XVII-XVIII

Vista frontal del Palacio Ducal de Borgoña, siglos XVII-XVIII
Detalle de la torre gótica de Philippe le Bon, siglo XV, Dijon

Detalles tardogóticos del Palacio Ducal, Dijon

Estatua de Philippe le Bon, Duque de Borgoña durante la primera mitad del siglo XV, Dijon

A nivel de arquitectura civil, grata sorpresa. Cantidad de calles repletas de casas antiguas de los siglos XV y XVI de arquitectura típica borgoñona, con una sólida planta baja realizada en piedra y pisos superiores de ladrillo y vigas de madera entrecruzadas. Sencillamente espectacular. También se conservan muchos palacios de época renancentista y barroca, ligados siempre a comerciantes adinerados y nobles del lugar. Y, como no podía ser de otra manera, multitud de edificaciones de arquitectura típica francesa neoclásica y posterior del siglo XIX, con fachadas esbeltas y tejados azulados. Además, me ha gustado mucho el mercado de la ciudad, obra de Eiffel (el mismo arquitecto que diseñó la torre homónima en París), a base de estructuras metálicas y vidriadas. En general, como en todo Dijon, mucha variedad y muy bonita.

Arquitectura típica siglos XV-XVI, Dijon

Arquitectura típica siglos XV-XVI, Dijon

Arquitectura típica siglos XV-XVI, Dijon

Casa tardogótica, probablemente finales del XV, Dijon

Casa-palacio renacentista, segunda mitad del XVI, Dijon

Casa barroca de las Cariátides, siglo XVII, Dijon

Casa-palacio barroca, seguramente principios del XVII, Dijon

Casa-palacio neoclásica, alrededor de la primera mitad del XVIII, Dijon

Edificio de correos, siglo XIX, Dijon

Arquitectura de estilo francés típico de finales del XIX o principios del XX, Dijon

Arquitectura de estilo francés típico de finales del XVIII o principios del XIX, Dijon

Teatro, Dijon

Mercado obra de Eiffel, finales del XIX o principios del XX, Dijon

Interior del Mercado de Eiffel, Dijon

Para terminar, como es usual, repaso a la arquitectura militar del lugar. En este caso no he podido encontrar ni un sólo vestigio de la que otrora debió ser una poderosa muralla medieval alrededor de la villa. Ni un lienzo, ni una puerta, ni una torre. Nada. Una pena, pero qué se le va a hacer. He leído por Internet que se conserva una torre de la anterior muralla romana bajoimperial, pero no ha habido manera de encontrarla tampoco. Sin embargo, en mi paseo hasta el río, junto a las vías del tren, me he topado con unos interesantes lienzos de época moderna, que deben de corresponder a fortificaciones abaluartadas seguramente del siglo XVII. Triste bagaje, pero bueno; es lo que hay.

Lienzo de muralla de época moderna, Dijon

Lienzo de muralla de época moderna, Dijon

De Dijon me llevo de recuerdo un corte de pelo (vaya numerito para explicarle al peluquero como quería que me dejara, porque aquí la gente el inglés ni lo huele, y mi francés de época de instituto deja mucho que desear), que ya tocaba. Ahora, vuelta a empaquetar todo y seguir enfilando hacia el sur. Mi próximo destino es Clermont-Ferrand y, debido a que el camino es largo, tengo ya pensada una parada histórica muy interesante a mitad de ruta. ¡Próximamente más!

2 comments:

  1. Esta era mi 3ª opción del erasmus, tras Bologna y Padova, ya me dirás que tal!

    Adrián Gavín.

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