¡Buenas noches!
Qué bonito día he pasado hoy en Aachen. De entrada, la jornada comenzó con una nevada que dejó un fino manto blanco sobre la ciudad, aunque rápidamente salió el sol y comenzó paulatinamente a derretirla. Luego, visita cultural por la urbe en compañía de Marika, mi hoster en la ciudad, que amablamente me ha acompañado durante todo el día y me ha guiado un poco por los principales lugares de interés. Aunque yo tenía bien claro lo que quería ver, ya que Aachen también era de los sitios que estaba marcado en rojo como visita obligada durante mi viaje. Finalmente, una tarde relax para poner en orden fotos, escrituras diversas y varios temas pendientes. ¡Gracias Marika por tu hospitalidad!
Aachen se sitúa unos 60 kilómetros al oeste de Köln, pegado a la frontera con Holanda y Bélgica. De hecho, ambas se encuentran equidistantes a tan sólo unos kilómetros al noroeste y suroeste respectivamente, haciendo de su emplazamiento un lugar, cuanto menos, curioso. La ciudad se caracteriza hoy en día por ser un centro de innovación de primer orden en cuanto a empresas y temas de ingeniería, además de por su universidad, también especializada en lo mismo. La estética de la ciudad, por otro lado, es muy parecida a la que se puede encontrar en esta zona de Alemania, y más aún debido al hecho de que a finales del año 1944, durante un mes completo, aliados y alemanes se estuvieron dando guantazos de lo lindo por los alrededores. Con lo que ya se puede imaginar el resultado: destrucción, desolación y posteriormente amplia reconstrucción. Aún así, ésta ha sido realizada con gusto, y hoy en día Aachen presenta bonitos boulevards, plazas y calles coquetas y una mezcla casi perfecta entre nuevo y añejo. Más de lo mismo. Alemania.
Pero no era esto lo que me había traido a Aachen, sino su Dom (Catedral). Aachen fue fundada por Carlomagno, primer gran emperador de Europa tras la caída del Imperio Romano, a finales del siglo VIII y principios del IX, para ser sede de su corte y capital. Por ello, Carlomagno mandó edificar un magnífico conjunto palaciego del que hoy en día apenas quedan restos, aunque los que hay son de una calidad excepcional. Entre ellos, destaca la Capilla Palatina, una magnífica construcción octogonal recubierta de mármol, columnas esbeltas y capiteles con motivos vegetales; decorada además con unos magníficos mosaicos de estilo bizantino que nada tienen que envidiar a los de San Vitale en Ravenna o al mihrab de la Mezquita de Córdoba. La, con diferencia, mejor obra de la arquitectura y el arte altomedieval europeos. Éxtasis puro. Y más, porque sobre dicha Capilla se superpusieron multitud de añadidos góticos, la mayoría de estilo francés temprano, en la transformación que dicho edificio sufrió hasta convertirse en la Catedral que puede admirarse hoy en día. En general, un edificio imponente y asombrosamente bello, que aúna una mezcla de estilos que van desde época carolingia hasta el gótico final. 700 años de arquitectura sacra europea conjuntadas en un sólo monumento. Sin palabras.
Tras la caída del imperio carolingio, Aachen vivió unos siglos, si no de oscuridad, sí de cierta decadencia. No sería hasta los siglos XII y XIII cuando comenzara un nuevo periodo de auge, impulsado sobre todo por el comercio y el crecimiento demográfico característicos en toda Europa durante esta época. Luego, la ciudad pasó a convertirse en Ciudad Libre del Sacro Imperio Romano Germánico, y durante época prusiana (siglo XIX) llegó a ser una de las urbes más importantes del oeste del país.
Yo había venido a Aachen a tiro hecho para poder sentarme bajos las bóvedas de la Capilla Palatina y meditar un rato contando teselas (mucho más reconfortante que ovejitas), y ya con ello el viaje hubiera merecido la pena. Sin embargo, la gran sorpresa del día ha sido el descubrimiento del Rathaus de la ciudad, un edificio asombroso e imponente en estilo gótico que preside la gran plaza del Markt. Además, en este edificio se integran antiguos restos del conjunto palaciego que mandara construir Carlomagno siglos atrás, en concreto un par de torres esbeltas de cuidada fábrica (para la época), que se acoplan a la perfección al actual edificio bajomedieval.
En mi paseo por la ciudad también he encontrado otros elementos de interés que han llamado mi atención. Alguna estupenda iglesia, edificios góticos bien conservados o integrados en otros posteriores, varias casas barrocas y otras construcciones diversas de época contemporánea que no he podido evitar compartir y comentar.
Y, como no podía ser de otra manera, acabo el post comentando los principales elementos de arquitectura militar que me he encontrado en mi paseo. A nivel de evolución urbana, la ciudad vieja de Aachen está compuesta por dos anillos amurallados concéntricos. El primero, de época Hohenstaufen (siglo XII), sólo conserva algunos lienzos de muralla, bien al aire libre o bien integrados en edificios posteriores. El segundo anillo amurallado, edificado tan sólo un siglo más adelante, ha perdido también la mayor parte de sus elementos, pero conserva un par de puertas espectaculares en magnífico estado. No hace falta describir más, las fotos hablan por sí solas.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado. ¡Hasta pronto!
Qué bonito día he pasado hoy en Aachen. De entrada, la jornada comenzó con una nevada que dejó un fino manto blanco sobre la ciudad, aunque rápidamente salió el sol y comenzó paulatinamente a derretirla. Luego, visita cultural por la urbe en compañía de Marika, mi hoster en la ciudad, que amablamente me ha acompañado durante todo el día y me ha guiado un poco por los principales lugares de interés. Aunque yo tenía bien claro lo que quería ver, ya que Aachen también era de los sitios que estaba marcado en rojo como visita obligada durante mi viaje. Finalmente, una tarde relax para poner en orden fotos, escrituras diversas y varios temas pendientes. ¡Gracias Marika por tu hospitalidad!
Aachen se sitúa unos 60 kilómetros al oeste de Köln, pegado a la frontera con Holanda y Bélgica. De hecho, ambas se encuentran equidistantes a tan sólo unos kilómetros al noroeste y suroeste respectivamente, haciendo de su emplazamiento un lugar, cuanto menos, curioso. La ciudad se caracteriza hoy en día por ser un centro de innovación de primer orden en cuanto a empresas y temas de ingeniería, además de por su universidad, también especializada en lo mismo. La estética de la ciudad, por otro lado, es muy parecida a la que se puede encontrar en esta zona de Alemania, y más aún debido al hecho de que a finales del año 1944, durante un mes completo, aliados y alemanes se estuvieron dando guantazos de lo lindo por los alrededores. Con lo que ya se puede imaginar el resultado: destrucción, desolación y posteriormente amplia reconstrucción. Aún así, ésta ha sido realizada con gusto, y hoy en día Aachen presenta bonitos boulevards, plazas y calles coquetas y una mezcla casi perfecta entre nuevo y añejo. Más de lo mismo. Alemania.
Zona residencial típica cercana al centro, Aachen |
Monheimsallee, Aachen |
Boulevard exterior por donde iba el antiguo perímetro amurallado, Aachen |
Münsterplatz, Aachen |
Callejón cercano al Dom, Aachen |
Calle comercial del centro, Aachen |
Jakobstrasse, Aachen |
Markt, Aachen |
Pero no era esto lo que me había traido a Aachen, sino su Dom (Catedral). Aachen fue fundada por Carlomagno, primer gran emperador de Europa tras la caída del Imperio Romano, a finales del siglo VIII y principios del IX, para ser sede de su corte y capital. Por ello, Carlomagno mandó edificar un magnífico conjunto palaciego del que hoy en día apenas quedan restos, aunque los que hay son de una calidad excepcional. Entre ellos, destaca la Capilla Palatina, una magnífica construcción octogonal recubierta de mármol, columnas esbeltas y capiteles con motivos vegetales; decorada además con unos magníficos mosaicos de estilo bizantino que nada tienen que envidiar a los de San Vitale en Ravenna o al mihrab de la Mezquita de Córdoba. La, con diferencia, mejor obra de la arquitectura y el arte altomedieval europeos. Éxtasis puro. Y más, porque sobre dicha Capilla se superpusieron multitud de añadidos góticos, la mayoría de estilo francés temprano, en la transformación que dicho edificio sufrió hasta convertirse en la Catedral que puede admirarse hoy en día. En general, un edificio imponente y asombrosamente bello, que aúna una mezcla de estilos que van desde época carolingia hasta el gótico final. 700 años de arquitectura sacra europea conjuntadas en un sólo monumento. Sin palabras.
Vista de la parte trasera del Dom (izquierda), Aachen |
Detalle de la parte anterior del Dom, Aachen |
Elementos góticos de la cara sur del Dom, Aachen |
Exterior de la Capilla Palatina en el Dom, Aachen |
Entrada a la Capilla Palatina del Dom por el oeste, Aachen |
Vista del Dom sobre el entramado, Aachen |
Ventanales góticos del Dom, Aachen |
Maqueta a escala 1:100 del Dom donde se observan los restos de época carolingia y los añadidos góticos, Aachen |
Primer cuerpode la Capilla Palatina en el interior del Dom, Aachen |
Segundo cuerpo de la Capilla Palatina en el interior del Dom, Aachen |
Vista de la cúpula de la Capilla Palatina en el interior del Dom, Aachen |
Vista hacia la nave gótica del Dom, Aachen |
Bóveda de crucería y vidrieras de la nave gótica del Dom, Aachen |
Mosaicos de las bóvedas de la Capilla Palatina, Aachen |
Mosaicos de las bóvedas de la Capilla Palatina, Aachen |
Tras la caída del imperio carolingio, Aachen vivió unos siglos, si no de oscuridad, sí de cierta decadencia. No sería hasta los siglos XII y XIII cuando comenzara un nuevo periodo de auge, impulsado sobre todo por el comercio y el crecimiento demográfico característicos en toda Europa durante esta época. Luego, la ciudad pasó a convertirse en Ciudad Libre del Sacro Imperio Romano Germánico, y durante época prusiana (siglo XIX) llegó a ser una de las urbes más importantes del oeste del país.
Yo había venido a Aachen a tiro hecho para poder sentarme bajos las bóvedas de la Capilla Palatina y meditar un rato contando teselas (mucho más reconfortante que ovejitas), y ya con ello el viaje hubiera merecido la pena. Sin embargo, la gran sorpresa del día ha sido el descubrimiento del Rathaus de la ciudad, un edificio asombroso e imponente en estilo gótico que preside la gran plaza del Markt. Además, en este edificio se integran antiguos restos del conjunto palaciego que mandara construir Carlomagno siglos atrás, en concreto un par de torres esbeltas de cuidada fábrica (para la época), que se acoplan a la perfección al actual edificio bajomedieval.
Vista anterior del Rathaus, Aachen |
Vista posterior del Rathaus, Aachen |
Detalle de la vista anterior del Rathaus, Aachen |
Estatua de Carlomagno frente al Rathaus, Aachen |
Detalles góticos del vestíbulo del Rathaus, Aachen |
Torre lateral este del Rathaus, original del palacio de época carolingia, Aachen |
Torre lateral oeste del Rathaus, original del palacio carolingio, Aachen |
En mi paseo por la ciudad también he encontrado otros elementos de interés que han llamado mi atención. Alguna estupenda iglesia, edificios góticos bien conservados o integrados en otros posteriores, varias casas barrocas y otras construcciones diversas de época contemporánea que no he podido evitar compartir y comentar.
Teatro, inicios del siglo XX, Aachen |
Elementos góticos en edificaciones posteriores, Aachen |
Portada gótica flamígera de uno de los edificios dependientes del Dom, Aachen |
Iglesia tardo gótica junto al Dom, Aachen |
Edificio antiguo de la universidad, Aachen |
Casino, Aachen |
Casas barrocas, Aachen |
Haus Löwenstein, siglo XIV, Aachen |
Parte trasera del Elisenbrunnen, Aachen |
Edificio gótico cercano al Dom, Aachen |
Y, como no podía ser de otra manera, acabo el post comentando los principales elementos de arquitectura militar que me he encontrado en mi paseo. A nivel de evolución urbana, la ciudad vieja de Aachen está compuesta por dos anillos amurallados concéntricos. El primero, de época Hohenstaufen (siglo XII), sólo conserva algunos lienzos de muralla, bien al aire libre o bien integrados en edificios posteriores. El segundo anillo amurallado, edificado tan sólo un siglo más adelante, ha perdido también la mayor parte de sus elementos, pero conserva un par de puertas espectaculares en magnífico estado. No hace falta describir más, las fotos hablan por sí solas.
Exterior de Marschiertor, puerta del segundo anillo, siglo XIII, Aachen |
Interior de Marschiertor, puerta del segundo anillo, siglo XIII, Aachen |
Interior de Ponttor, puerta del segundo anillo, siglo XIII, Aachen |
Lateral de Ponttor, puerta del segundo anillo, siglo XIII, Aachen |
Exterior de Ponttor, puerta del segundo anillo, siglo XIII, Aachen |
Lienzo de muralla del primer anillo, siglo XII, Aachen |
Lienzo de muralla del primer anillo, siglo XII, Aachen |
Lienzo de muralla del primer anillo, siglo XII, Aachen |
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado. ¡Hasta pronto!
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