¡Buenos días!
Ayer visité Bamberg, una ciudad situada a 50 km al norte de Nürnberg que me había sido recomendada meses atrás por Yaiza, durante la boda de mi amiga Lourdes. Así que, ahora que me encontraba cerca, no podía desaprovechar la ocasión. Y la verdad es que no me ha decepcionado en absoluto. El casco histórico de la ciudad de Bamberg es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, un lugar precioso repleto de casas antiguas y palacios renacentistas, barrocos y neoclásicos con saber germano, como no podía ser de otra manera.
Pero lo realmente bello de la ciudad es su orografía. La ciudad vieja se asienta sobre siete colinas, cada cual coronada por una iglesia o un edificio importante (una de ellas lo está por el Altenburg, el castillo de la ciudad), lo que, unido a la belleza del enterno y de su entramado, le he valido para ser llamada la Roma alemana (en analogía a las 7 colinas del Tíber sobre las que asentaba la ciudad antigua de Roma). Sin embargo, los habitantes de Bamberg, que son muy guasones, bromean con este dicho y afirman que no es que Bamberg sea la Roma alemana, sino que más bien Roma es la Bamberg italiana. Ahí está, chovinismo puro. Como los ingleses, que afirman que ellos conducen bien y el resto de los europeos vamos por el lado contrario de la carretera. O mis paisanos gaditanos, cuando dicen que Cádiz es lo mejor del mundo, que qué bonito es Cádiz, que patatín y que patatán, y luego les entre urticaria cuando cruzan el puente o salen más allá del Chato. Cosas del amor a la tierra, supongo.
Finalmente, cabe destacar que buena parte de la ciudad actual no se asienta sobre las 7 colinas mencionadas, sino sobre una gran isla fluvial frente al casco histórico. Esta zona se comenzó a urbanizar en los siglos XVII y XVIII debido a un marcado crecimiento demográfico, y está repleta de edificios barrocs y neoclásicos, amplias calles y espaciosas plazas.
Luego, camino de retorno Nürnberg, últimos paseítos por la ciudad y cafelito más Internet en uno de los múltiples Starbucks que plagan la ciudad, antes de irme a casa donde Egle y yo preparamos la cena. Una de las noches de Halloween más relajadas de los últimos años, pero se agradece, que no todo ha de ser desbarajuste. Un poco de relax continuado siempre viene bien, aunque no creo que dure mucho.
¡Feliz día de todos los santos!
Ayer visité Bamberg, una ciudad situada a 50 km al norte de Nürnberg que me había sido recomendada meses atrás por Yaiza, durante la boda de mi amiga Lourdes. Así que, ahora que me encontraba cerca, no podía desaprovechar la ocasión. Y la verdad es que no me ha decepcionado en absoluto. El casco histórico de la ciudad de Bamberg es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, un lugar precioso repleto de casas antiguas y palacios renacentistas, barrocos y neoclásicos con saber germano, como no podía ser de otra manera.
Pero lo realmente bello de la ciudad es su orografía. La ciudad vieja se asienta sobre siete colinas, cada cual coronada por una iglesia o un edificio importante (una de ellas lo está por el Altenburg, el castillo de la ciudad), lo que, unido a la belleza del enterno y de su entramado, le he valido para ser llamada la Roma alemana (en analogía a las 7 colinas del Tíber sobre las que asentaba la ciudad antigua de Roma). Sin embargo, los habitantes de Bamberg, que son muy guasones, bromean con este dicho y afirman que no es que Bamberg sea la Roma alemana, sino que más bien Roma es la Bamberg italiana. Ahí está, chovinismo puro. Como los ingleses, que afirman que ellos conducen bien y el resto de los europeos vamos por el lado contrario de la carretera. O mis paisanos gaditanos, cuando dicen que Cádiz es lo mejor del mundo, que qué bonito es Cádiz, que patatín y que patatán, y luego les entre urticaria cuando cruzan el puente o salen más allá del Chato. Cosas del amor a la tierra, supongo.
Vista de la ciudad desde el Michaelsberg, Bamberg |
Altes Rathaus, vista lateral, Bamberg |
Altes Rathaus, vista frontal, Bamberg |
Abadía de Michaelsberg, vista frontal, Bamberg |
Abadía de Michaelsberg, vista posterior, Bamberg |
Stephanskirche, Bamberg |
Convento de las Carmelitas, Bamberg |
Jakobskirche, Bamberg |
Dom (Catedral), vista frontal, Bamberg |
Puerta románica lateral del Dom, Bamberg |
Alte Hofhaltung (Antiguo palacio), Bamberg |
Alte Hofhaltung (Antiguo palacio), Bamberg |
Domplatz, Bamberg |
Calle típica del casco histórico, Bamberg |
Casas de pescadores sobre el río Regnitz, Bamberg |
Finalmente, cabe destacar que buena parte de la ciudad actual no se asienta sobre las 7 colinas mencionadas, sino sobre una gran isla fluvial frente al casco histórico. Esta zona se comenzó a urbanizar en los siglos XVII y XVIII debido a un marcado crecimiento demográfico, y está repleta de edificios barrocs y neoclásicos, amplias calles y espaciosas plazas.
Calle del centro, Bamberg |
Maximilianplatz, corazón de la ciudad, Bamberg |
Calle principal del centro, Bamberg |
Luego, camino de retorno Nürnberg, últimos paseítos por la ciudad y cafelito más Internet en uno de los múltiples Starbucks que plagan la ciudad, antes de irme a casa donde Egle y yo preparamos la cena. Una de las noches de Halloween más relajadas de los últimos años, pero se agradece, que no todo ha de ser desbarajuste. Un poco de relax continuado siempre viene bien, aunque no creo que dure mucho.
¡Feliz día de todos los santos!
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